Chopin.

13 octubre 2015

La demanda de Bolivia no exige una salida soberana al mar por Chile, lo que exige es simplemente poder negociar, es decir, que lo que no era negociable ahora lo sea. Es más un triunfo político porque es muy poco probable (por no decir imposible) que en esa negociación Chile ceda un centímetro cuadrado.
2.- La Corte de la Haya, en el mejor de los casos para Bolivia, podría exigir a Chile a que se siente en una mesa de negociaciones, más nada, no puede cambiar ningún límite.
3.- En el hipotético caso que Chile estuviera dispuesto a dar una salida soberana al mar a Bolivia, sólo podría hacerlo por los territorios que fueron bolivianos, es decir, entre la Bahía del Paposo y Punta Arenas (ver mapa). Para esto el territorio chileno quedaría partido en dos por la franja cedida a Bolivia (lo cual, otra vez, resultaría imposible).
4.- Si Chile quisiera dar a Bolivia una salida al mar en su frontera norte, tendría que hacerlo por territorios que fueron peruanos, y para esto necesariamente tendría que contar con la aprobación del Perú, lo cual, geopolítica y comercialmente, perder su frontera con Chile de ninguna manera le sería conveniente al Perú (una vez más, resultaría imposible).
5.- Dada la cercanía de las ciudades de Arica (Chile) y Tacna (Perú), ¿sería acaso posible que los ariqueños estén dispuestos a dejar de ser chilenos y pasar a ser bolivianos? Lo que Bolivia pretende no es ni libre tránsito ni libre navegación, sino soberanía. Soberanía quiere decir que sea su territorio, es decir, que esté bajo su ocupación y sus leyes, que pueda ser vigilado por su fuerza armada y su policía, que haya que pedirles permiso para poder entrar y que figure en su mapa (Pues otra vez, es imposible).
*Datos históricos importantes: En febrero de 1879 Chile invade Antofagasta, entonces de Bolivia. Es el Perú que, en cumplimiento a una alianza militar que tenía con Bolivia, se involucra en un conflicto que le resultó adverso. En plena guerra, Bolivia traiciona al Perú en la sangrienta Batalla del Alto de la Alianza, en Tacna, dejándolo solo en una larga y desgastante guerra en la cual perdió parte de su territorio que no tenía por qué perder (cuando han viajado a Tacna por carretera, poco antes de llegar ¿no han leído un cartel muy grande que dice: ‘loor y gloria a nuestros héroes caídos en la Batalla del Alto de la Alianza'? Pues ahí mismo).
En conclusión, perdimos territorio por ayudar a Bolivia para que luego nos traicionara, ¿debemos entonces preocuparnos por su salida al mar? Ya nos metimos a ayudarlos una vez y nos salió chueco. No es nuestro pleito.
Mauricio Rozas Valz
 
Escritor peruano nacido en Arequipa (1966) que pese a que estudió administración de empresas en la Universidad Católica Santa María, se dedica a escribir y a defender causas animalistas. Tiene a su haber el libro “Nunca a Tiempo” (2011) y un poemario llamado “Epílogo” (2012).

Los de arriba del muro

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