Chopin.

29 diciembre 2014

No ahora.







Y no puedo más que mirarte entre mi insaciable juego de tentarte y mi necesidad de besarte…  No puedo más que con mis ojos llameantes llevarte al fin del sueño y hacerlo un hecho, así que dime, susúrrame la vigilia de tu deseo, que hoy seré aquello que soñaste hecho carne, reptando sobre tu cuerpo… Y no dejes de mirarme, no dejes de alimentarme con tu cálido aliento merodeando cada pedazo de mi cuerpo. 

Desnúdame con tus pupilas encendidas y con la sutileza de tus dedos, y siente como mi cuerpo vibra y se estremece al besar tu cuello mientras me llevas sobre tu pecho… 

Víveme, dibújame lento tu sueño, dímelo al oído, mientras me posees entre tus manos y tu boca, prendiendo cada centímetro de mi cuerpo…tu cuerpo… 

No soñemos, no ahora, viajemos despacio cada curva y recoveco, seamos un hecho anclado en nuestro tiempo, éste que ahora nos mece entre gemidos y deseo, latiendo, floreciendo… Y que el sueño se fugue ...

No dejes de mirarme, no dejes de sentir mis pupilas tentándote y llevándote…y que el cielo se torne rojo, seamos fuego, moviéndonos profundo, lento, intenso… No soñemos, no ahora…ahora te quiero; en mí…y que el sueño se fugue... por el momento. 



Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...