Chopin.

04 septiembre 2014

No es enojo, es decepción.








Todos tenemos el derecho a errar, la decepción es un mal necesario para aprender a elegir y tomar mejores decisiones. Cada ser humano es diferente, cada quien tiene sus motivaciones, sus reacciones, posee sus sentimientos y asume sus responsabilidades totalmente distintas, lo que determina si tendremos cortas o numerosas decepciones. 

La vida es eso, es tropezar y caer… y volver a levantarse, es la perenne enseñanza y alcance de la dinámica existencial con su entorno y con uno mismo. 

Hay personas a las cuales podemos querer con todo nuestro ser, las queremos tal y como son, pero hay ocasiones  que nos pueden decepcionar, eso no importa porque seguimos queriendo a esa persona tal y como es, con sus virtudes, con sus errores, por lo que son… 

…ya descubrirás que la razón por la que procedes así, es porque no actúas con el cerebro sino con el corazón y que te has dejado llevar por tu ímpetu juvenil, influenciar por personas ligadas unas y otras muy ajenas a tu vida y a lo que eres: Un ser humano diferente de todos, que debe valorarse y seguir adelante y acosar tu mente y corazón para hacer lo que sientes, sin la influencia de nadie, como única forma de jamás decepcionarte de ti, ni de decepcionar a los demás de tu contexto familiar. 

Debemos tener en cuenta que, la juventud es un instante de la vida, que recorremos junto a algunas personas y como ninguno de nosotros somos iguales, jamás habrá la seguridad de que las cosas salgan como una lo espera, y que podemos tener las características físicas para ejercer un oficio, la preparación y la experiencia para asumirlo, pero si no tenemos una actitud positiva o una buena disposición para arrogarse lo que hacemos, toda esa capacidad y esas características que nos hacen ser idóneos para algo, se quedan en nada y toda pasa… pasan los años… y una no se da cuenta. 

…trata de mejorar, de cambiar tu carácter o  tu forma de pensar, seguramente creerás que eso es algo imposible. Pero si es posible, pues para transformarte en alguien mejor, no es necesario que dejes de ser lo que eres. Puedes limar las asperezas de tu carácter, pudieras ser más comprensiva y abrir tu mente a nuevas ideas y experiencias que la vida te irá dando poco a poco. Así siendo tú misma, optimizarás tu existencia a través de tus pensamientos, de tus decisiones y de tus acciones... sin influencias de nadie y de nada. Y muy trascendental que cultives esos pensamientos, pues tarde o temprano se transforman en realidad, y el tiempo pasa… y pasa... 

Cuida tus palabras, ya que éstas se traducen en decisiones. Vigila tus decisiones, porque con el paso del tiempo se convierten en acciones. Custodia tus acciones, porque éstas se vuelven hábitos. Vela tus hábitos pues ellos estructuran tu carácter, y principalmente atiende tu carácter ya que él crea tu destino. 

Suele suceder tanto como queramos, que ponemos tantas ilusiones en las cosas, que cuando no suceden como las esperábamos sentimos un vacío, un sentimiento de rabia y una emoción de tristeza, que unidos, llamamos decepción. Tal vez sea porque no obtenemos la atención requerida, porque las cosas no resultaron como esperábamos, porque tuvimos un fracaso, porque las personas a quienes apreciamos no las valoramos, ni nos valoraron los esfuerzos… 

Debo darme cuenta y aceptar que la vida real es muy dura y cruda, que no siempre hay finales felices, y que en la vida, no todo es blanco o negro, sino que existe un espacio gris, que es donde la mayoría de la gente vive y no se da cuenta por su ignorancia y sus sentimientos de rabia, odio… 

Al final la vida es un soplo y todo se acaba cuando menos lo esperamos. Debo salir fortalecida, dejando de lado rencores y venganzas, y esto lo lograré simplemente apuntando la mirada hacia donde resplandece la claridad.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...