Chopin.

30 septiembre 2014

Desnuda de piel y de conciencia, expuesta a los sentidos y vibrando,  entregada al roce, como si fuera ese instante el primero. Robo cada aliento al aire que me reclama, me vuelvo la fuente inagotable del deseo y crezco hasta la grandeza con el ímpetu que hace que todo cobre vida con extrema impaciencia y despierto con la humedad habitándome y te  reconozco en ella.




Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...