Chopin.

31 agosto 2014






 Dejame llorar, deja que mis lagrimas empapen tu piel,  no lloro de tristeza, es alegría dejando correr las aguas  que estaban estancadas en esta alma asfixiada, la tierra abriendo su vientre descanso en ella,  me alimento y me enciendo como antorcha en el firmamento.
Dejame llorar  y que la luna de tus ojos iluminen mis noches  de esta fría soledad que se disipa  con el vaivén de tu aliento que se agarra de mis labios sedientos  de besos.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...