Chopin.

03 julio 2014



Me miro al espejo, me hundo en su reflejo, en la noche oscura y callada, y allí en el te encuentro, desnudándome con tus pupilas. Me miro al espejo, toco tus labios, mi boca se funde en ellos, tu lengua queda atrapada en su cauce, tus manos reptan por mi piel. Me miro al espejo, me abandono lentamente, a la sombra de tu cuerpo y a la velocidad del placer, hasta ser luz en nuestro amanecer.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...