Chopin.

20 junio 2014


 




 
Hay una verdad  que sólo conoce quien posee la llave de mi alma, una verdad liberada y confesada como aliento vital en los oídos. Hay un sentimiento que lleva el nombre que en mis latidos musito, aquel que está a mi lado en mis sueños y amanece palpitante en mi, muy dentro. Hay una mirada que me intimida con sólo rozar mis pupilas y se propaga hasta diluviar empapándome de dicha, y yo, silenciada de palabra y cegada de mirada encuentro la vida en el hondo clamor de la plenitud de tu ofrenda... porque hay un lenguaje carnal que nadie más que tu  me ha enseñado...


Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...