Chopin.

20 mayo 2014

En un instante en que el tiempo se para, en una vuelta en que los cuerpos se reciben, permanezco encima de ti. Me siento poderosa, dueña de ti, hechicera en la magia de tu cuerpo, seductora en tu mirada y deseo de tu deseo. Te siento crecer dentro de mí. Me muevo en movimientos que te envuelven, que te prenden más a mí. En tu mirada toda la fuerza de la pasión y del dolor dulce que antecede la explosión de esta deliciosa tensión. En tus labios que me llaman para un beso profundo, las palabras que ya no puedes callar, los gemidos que gritan tu placer, el reclamo silencioso que sueltas en cada gemido. Cabalgando frenéticamente tu cuerpo, fundo tu cuerpo al mío y juntos, sentimos la explosión en mil colores...

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...