Chopin.

24 mayo 2014

El cuero ceñido como piel, el metal encadenando como sentir, el cuerpo atento al instinto, el placer hipnótico de un gemido sumido en dolor, dulce oscura pasión, elegancia sutil de mujer, señora de pies a cabeza, de extremo a extremo, descalza sobre las brasas del deseo, el fuego ardiendo, los juegos que dejan de serlo, la posesión en la carne marcada, la entereza en la mirada grabada, la herida con agua y sal sanada, los sueños intactos cada mañana, esencia indomable de mujer, con el camino aprendido y recorrido a las espaldas, la sangre caliente en las entrañas, la vida intensamente vivida, la devoción como un orgasmo, la sumisión como entrega recibida, la dominación como reina en las alturas, señora luna dominando con su brillo, y la naturaleza desprendida en el sonido de tu nombre como esencia.




Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...