Chopin.

21 mayo 2014

 El amor, la verdad, la vida, la inteligencia, el alma, el espíritu y los principios son estados invisibles, no los podemos ver ni tocar, pero si sentir y apreciar sus efectos. Existen, actúan, son reales. Son, están y ninguno de ellos se puede negar, siendo el amor  la fuerza más potente de todas las fuerzas y además la más sensible. 

Innumerables ocasiones son las que acostumbramos a utilizar esta palabra sin ni siquiera estar seguros de lo que en su totalidad es, interpretándolo aún así como un sentimiento o quizá como un valor.

¿Qué es amor? Difícil pregunta, hasta hoy creo que nadie ha podido dar un preciso significado de tan enigmática palabra. Amor, un sentimiento, un deseo, un anhelo, una vida, una realidad, en fin son tantas las palabras que hemos intentado emplear para describir algo que  sin duda es indescriptible.

La mayoría de las personas cree que el amor  es aquello que se siente por los hijos, los padres, los esposos, los enamorados, etc. El amor es mucho más que eso, la verdad que es muy complejo y definitivamente no se puede definir ni en una ni en varias palabras, pero está claro que todos, o casi todos entienden por amor  la sensación, sin embargo la sensación es  el "bordecito" más externo del amor. 

El punto central en la escala que va desde el odio hasta el sentimiento que llamamos amor, es la tolerancia y la buena voluntad. Parece una contradicción, pero cuando se ama mucho o demasiado,  falta precisamente tolerancia y buena voluntad, lo mismo para cuando se odia, entonces, el excesivo amor, como el excesivo desamor son precisamente la negación de la tolerancia y la buena voluntad.  Lo que implica que lo que pase de allí no trae paz,  y esta se encuentra  hallando el perfecto equilibrio, ni de más ni de menos, difícil en todo caso, pero no imposible, y para lograr esto debemos contrapesar la emotividad con la inteligencia. La inteligencia es fría y la emoción es cálida y por lo tanto el exceso de calor se contrapesa con igual cantidad de frío. 

Una gran capacidad emotiva es una cualidad magnífica y muy deseable, pero ella siempre debe estar equilibrada con igual capacidad intelectual y esto es precisamente lo que produce grandes artistas, sin embargo el artista tiene en que volcar toda su potencia emotiva, en cambio una persona sólo emotiva o "muy sentimental" vuelca toda su pasión en los seres que lo rodean, pretendiendo atarlos y que cumplan sus "antojos", entonces pensemos y reflexionemos, para  poder amar con serenidad,  generosidad, tolerancia y buena voluntad.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...