Chopin.

03 abril 2014

Tu boca es mi miel, tu cuerpo mi sal, por eso mi mente no puede dejar de pensar en el placer que le da la combinación de tal... Tu saliva, tu olor que desatan la pasión mi ternura, el deseo, derroche de caricias en la imaginación. Que placer me da el imaginarte desnudo y sudando tocando cada parte de nuestros cuerpos y gozando. Llevarnos a extremos tan remotos y deseados conociendo cielos intensos de esos que nunca se han surcado, es el precio que pagamos con tanto climax encontrados por la entrega de estos cuerpos ardientes y apasionados. Tú me haces conocer esos mares agitados  y me has echo vibrar con terremotos alocados he sentido en mi piel el viento de tu aliento  y la fuerza intempestuosa de mi dulce mago apasionado.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...