Chopin.

08 abril 2014

Detén el tiempo y permanece a mi lado reconoce mi desnudez al tacto de tus dedos, seamos un mismo instante que se repita de manera perfecta aún en el recuerdo. Déjame refugiarme entre el calor de tus brazos, deja que me pierda en tus labios, dame ese calor que mi cuerpo anhela cuando mis manos acarician tu piel. Será entonces que me volveré ese beso abrasador  para rendirte, que se evapora cuando ardes desde las entrañas y busco tu palabra que me pida ser todo en ti. Porque seremos tú y yo, y nada mas, entre caricias, desenfreno y placer y volveré a besar tus labios mientras gimo en lo mas hondo de mi ser. Entonces te robaré el alma en cada suspiro, inquietaré tu deseo y  te haré parte de mi , cruzaré tus pensamientos humedeciéndolos para encontrar la expresión máxima sólo contigo. Dame la noche más intensa de amor donde la luna sea fiel cómplice y testigo, dame mil caricias bañadas de eternidad, dame aquello que es mío y de nadie mas.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...