Chopin.

03 marzo 2014




Siento los versos en mi piel, como el mar masajea mis poros, las caracolas son mis oídos, y las manos tibias, los ojos... Sigo en mi orilla, mojada entre las algas, rendida ante su luz, al brillo de su alma, saboreando su dulzura, en la arena cálida, que cubre mi cuerpo, y sus manos cabalgan... La humedad del vestido que se adhiere a mi piel, el mar con su oleaje, me acaricia y da placer... La humedad de los besos, los más dulces, de miel, mojan mis bahías azules, y las hacen estremecer... La humedad en caricias, tibias, una y otra vez, que espero cada noche, cada día, al amanecer... Un sueño húmedo, con alas azules, horizontes rojos, con besos dulces...

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...