Chopin.

17 marzo 2014

Me miro al espejo, me hundo en su reflejo en la noche oscura y callada, y allí en él te encuentro, desnudándome con tus pupilas. Me miro al espejo, toco tus labios, mi boca se funde en ellos, tu lengua queda atrapada en su cauce, tus dedos reptan por mi piel.  Me miro al espejo, me abandono lentamente a la sombra de tu cuerpo y a la voluntad del placer, hasta ser luz en nuestro amanecer.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...