Chopin.

10 marzo 2014

La luz se apaga espesa y la noche se enciende furiosa con la sensación de tenerte, con el ansia de saber que recorres el mismo camino de las caricias que yo, recostados buscando las formas de ti y tú de mi, tal como quiero yo entregada a ti, tal como deseas tu entregado a mi, te guío con mis ojos estrellados quebrando el frágil destino del tiempo al prolongarlo beso a beso, grabándolo piel a piel, y me sigues y te sigo, cambiando una y otra vez el modo, pero siempre siendo el mismo vehemente estallido liberado entre los dos.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...