Chopin.

03 marzo 2014

Desde la fantasía que trasluce la mirada en tus ojos, desde el mundo de deseos que impera en tus sueños donde entrar y perderse no supone riesgo. Porque no son simples palabras las que de ti crecen, es tu sentir con su roce que agita muy dentro, como el nocturno paisaje de medianoche por el cual transita el recorrido de las caricias. Entre aromas de cuerpos deseosos llevados de extremo a extremo, por las miradas que se buscan y se encuentran, cargadas de intención y provocación. Entre las ilusiones guardadas que escapan sin control, hasta la ausencia que a veces inquieta y a la deriva te arrastra intentando perderte confundiendo en dolor. Tantas emociones que vienen al dejarse ir en el respirar mágico de tus susurros, perfume de tu más pura esencia rodeado de la estela de tu aliento.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...