Chopin.

18 marzo 2014

Abrí mi corazón  cuando el eco de tus susurros impregnó el ambiente  y me atrajo hacía ti... irremediablemente.  Sentí tu aroma,  esa mezcla de dulzura envuelta en tu infinita ternura,  fijé mis ojos en tu mirada de niño  tan profunda y suave,  que pude desnudar por completo mi alma,  me vi envuelta en tu sonrisa sincera,  en tu voz intensa y poderosa,  en tus palabras que me ofrecieron  la suave quietud que necesitaba.  Toqué tu piel,  ese mundo de sensaciones  que tantas veces inundó mi lluvia.  Erizaste mis sentidos,  al pasar tus dedos por mi cuerpo  acariciado por tu ser y todos tus sentimientos.  Convertido en mi universo  me llevaste de la mano al mundo sereno  en la intimidad de mis sueños.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...