Chopin.

23 febrero 2014


Atónita, contemplo tu partida, desde este apartado rincón como un abandonado y triste juguete. Ante tu descontento y reiteradas formas de marcharte solo puedo decir : !VETE!. Tras tu partida sólo quedará la mordaza que aprisiona y quiere triturar los sueños truncos que se resisten al olvido, a la oculta soledad, a la tristeza. Mi voz masculla entre dientes temblorosos, frases desordenadas, sin sentido, presagiando un firmamento suicidado de recuerdos. No intentaré detenerte ante esta borrasca que espanta todo vestigio de ternura. Duelen los amores que mueren en los amaneceres tras el plagio de nuestra sentida inocencia. Aquí quedo atónita, inerte, como principiante en el amor, devolviendo tus asperezas, suplicando que me dejes mis recuerdos, mi dolor, mis sueños, mis tristezas...







Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...