Chopin.

06 enero 2014

Una vieja soledad

No queda una hoja en blanco, escribo dejando un rastro de versos, con mis pasos al andar... voy tejiendo al vivir, con un hilo de sonrisas tristes e incompletas. Escribo mi historia sin terminar, esquivando los dardos del desamor... mi alma cual cometa, vuela fuera de mi buscando su mitad perdida. Canto canciones viejas, románticas y tiernas que avivan heridas... amo una figura masculina que no puedo tocar.... viajo en mi esencia, anhelando su presencia. Camino incansablemente, en mi interminable viaje, de peregrina desterrada, de un país enamorado. Voy viviendo una pasión, una carga de emoción, que crece cuando amanece, y no para de crecer cuando anochece.... aunque no estoy sola, me acompaña una vieja soledad.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...