Chopin.

18 noviembre 2013

No ser en tí.

Has de saberlo. Saber que yo sigo aquí, enredada entre tanto tiempo, aguardando un no sé qué que me abra el paso hacia tu vida pasada, aquella que de lejos compartimos, como si acaso fuera ello a ser cierto de nuevo. Y tal vez me hayas ya olvidado allá en otros brazos, quizá no sea más que un nombre. Pero te espero. Te espero sin saber por qué lo hago, tratando de olvidar mi lugar en el mundo, porque no quiero aprender del tiempo, de esa pericia del hábito que todos practican, no; yo quiero ser la loca que sigue colgada de las nubes mientras cae la tarde, la que juega traviesa en tu recuerdo alado mientras la prisa devora la vida. Yo sueño porque sé soñar, porque siempre supe hacerlo de la mano del aire, porque nunca me importó ser así. Porque te necesito aunque tú jamás lo sepas y callarlo no me convierta sino en alguien en busca de nada que le escribe al tiempo perdido. Sólo quería que lo supieras, que uno quiere por encima del universo, tanto a veces como para encarcelarlo en el pecho hasta el fin de los días. Se quiere amor… tanto como para no ser en ti algo más que nada.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...