Chopin.

15 octubre 2013

Deseo que ames, y que amando, también seas amado. Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no guardes rencores. Deseo también que tengas amigos, y que, incluso inconsecuentes, sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien puedas confiar sin dudar. Te deseo además, que seas útil, pero no insustituible. Y que en los momentos malos, cuando no quede nada, esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie, se tolerante; no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros. Si eres joven no madures con demasiado prisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no desesperes, porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que fluyan en nosotros. Se triste, sino apenas un día. Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana. Acaricia a un gato, alimenta a un pájaro y oye a un jilguero erguir triunfante su canto matinal, porque de esta manera, te sentirás bien por nada. Planta una semilla, por más minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuántas vidas está hecho un árbol. No dejes que ninguno de tus afectos muera, pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable. Te deseo que, siendo hombre, tengas una buena mujer, y que siendo mujer, tengas un buen hombre, mañana y al día siguiente, y que cuando estén cansados, sonrientes hablen sobre el amor para recomenzar. "Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo más nada que desearte, sino que seas feliz..."

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...