Chopin.

22 agosto 2013

VEN

Me dejaste vagar en tu mirada y te hundiste despacio en la mía; conociste la desnudez de mi alma y navegaste por mi intimidad secreta. Resbalaste por el ondulante vaivén de mi imposible, tocaste con tus alas mi ilusión, abanicaste con sonrisas mis secretos y reposaste sereno, rozaste suavemente mis anhelos, delineaste, lentamente, el borde de mis sueños, me cobijaste tiernamente, calmaste con sigilo mis temores, acariciaste dulcemente mi esperanza, acunaste con sonrisas mis sentidos, te deslizaste en la desnudez de mi alma. Me dejaste reposar en tu pecho tibio, cálidamente entre tus brazos. Disfrutaste paso a paso y en silencio, el viaje que iniciaste... Y te fundiste en la tibia desnudez de mi alma.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...