A ti, que fuiste extensión de mi piel, de mi alma, prolongación de mi cuerpo, mitad de mi ser, guardián de mis sueños, de mis pensamientos.
A ti..., te escribo, unión perfecta e infinita. Surcador de mis trazos, que sembraste con tus manos océanos rugientes en mi pecho, mar bravío de caricias raudas e inmorales que luchaban por encontrar mi desnudez, oleaje de fuego y pasión que me sacudía con sólo rozarme. Brazos, piernas, manos tuyas enredadas en mi cuerpo, locura candente que navegaban desde mis hombros hasta mi frente, desde mis pies a mi cintura, de mis caderas a mi pelo.
Líneas que parecían hechas para mis líneas, que parecían el molde de mí misma, tus trazos, mis trazos, tu cuerpo y mi cuerpo. Sublime comunión ésta que nos unió en un mismo suspiro, en una misma piel, en un mismo latido.
Los de arriba del muro
Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...
-
HOY ME FALTÓ TIEMPO EN TUS BRAZOS Y, EN LOS MIOS QUEDÓ ESE DEJO DE POCOS MOMENTOS, ... LLÉVATE LOS RECUERDOS EN UN SILENCIO. SÓLO QUIE...
-
Puede que un día tu memoria olvide mi nombre, o puede que los pensamientos más bellos que en tu corazón nacieron, fluyan por mí en tu ...
-
https://www.youtube.com/watch?v=wygy721nzRc&index=list=PLcGkkXtask_fpbK9YXSzlJC4f0nGms1mI El piano, ya que fue un instrumento...